Es cierto que los últimos resultados no fueron buenos. Es también real que los objetivos a principio de certamen eran otros: la obtención de un nuevo título argentino o la consagración en una competición internacional, después de mucho tiempo. Parecía poco pensar simplemente en la clasificación a las Copas del próximo año, dado que en los últimos años, Lanús acostumbró a todos los hinchas a pensar en la grandeza. El innegable emparejamiento existente en el fútbol nacional, coincidió con una etapa gloriosa del club, donde se pudo explotar al máximo y evidenciar el gran trabajo y el sólido proyecto de las divisiones inferiores, junto con el orden institucional. Es por eso que este nuevo objetivo de asegurar la participación en la Libertadores parece no cumplir las expectativas. Pero la realidad así lo marca. La racha nefasta de los últimos seis encuentros sin poder conseguir la victoria, dejaron al conjunto granate sin chances de ser campeón. Duele, pero es indiscutible. Y por duro que pueda parecer, no hay que dejar de lado esta nueva meta.
Godoy Cruz es un rival directo. Podría decirse que en caso de vencer al equipo mendocino, la plaza en la Libertadores 2012, quedaría prácticamente asegurada, porque además Independiente, el otro claro competidor, igualó ayer ante Arsenal de Sarandí, y es una gran posibilidad para aumentar aún más la diferencia. Repasamos la tabla general: el líder es Vélez con 59 puntos, quién además está clasificado por ser campeón; luego aparece Boca, conjunto que todo indica que obtendrá el Torneo actual, con 56 puntos; también está clasificado Arsenal, dado que es el equipo argentino mejor ubicado en la Copa Sudamericana que se está disputando. Por lo cual quedan dos lugares para tres equipos: Lanús (52 pts), Godoy Cruz (51 pts), e Independiente (44 pts, y un partido más). En caso de ganar, el conjunto de Jorge Da Silva quedaría a 4 unidades de distancia, mientras que los de Ramón Díaz a 11. Prácticamente irremontable, quedando luego tan solo seis partidos.
Para esta ocasión, Gabriel Schurrer dispuso dos modificaciones en cuanto al equipo que viene de igualar ante Racing en Avellaneda. Ambas son obligadas, por las respectivas expulsiones sufridas ante la academia: salen Carlos Izquierdoz y Mauro Camoranesi, y sus lugares serán ocupados por Diego Braghieri y Guido Pizarro. Por lo tanto, la formación, y de no mediar ningún inconveniente, será Marchesín; Araujo, Goltz, Braghieri, Balbi; Pizarro, Fritzler, Ledesma; Valeri, Regueiro; Pavone. En algún momento se pensó que podría ingresar Mauricio Pereyra, y no Pizarro, pero el entrenador optó por buscar más recuperación en la mitad de la cancha. De todas formas, el volante uruguayo forma parte de la lista de concentrados, junto con Caranta, Pinto, González, Barrientos, Carranza, Romero y Díaz.
Por su parte, la visita ya tendría todo definido para este partido. El Tomba, que en esta temporada eliminó a Lanús de la Sudamericana, por la diferencia de gol de visitante, llega con muchas expectativas, ya que tiene el claro objetivo de continuar formando parte de las competencias internacionales. Su DT, Da Silva, dispuso que los once para esta tarde sean Torrico; Ceballos, Sigali, Sánchez, Voboril; Villar, Olmedo, Damonte, Rojas; Castillón, Ramírez. Un equipo peligroso, que ya demostró sus cualidades.
El árbitro del encuentro será Carlos Maglio, juez con el que las estadísticas son sumamente favorables para Lanús, con 11 victorias contra 4 derrotas. Dato alentador, porque el grana debe volver a ganar. Es fundamental.
Mauro Spinassi
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