Por Ignacio Altrui El 2 de Diciembre de 2007 marcó un antes y un después en la historia del Club Atlético Lanús. Ese día el nombre de nuestra amada institución miró desde arriba a todos los equipos del fútbol argentino, enorgulleciendo a los hinchas bajo el grito “DALE CAMPEÓN”.
Exactamente 92 años, 11 meses y un día pasaron desde la fundación, para que el Grana alce por primera vez un título. Numerosas personas dejaron este mundo sin poder ver al club de sus amores consagrado como el mejor de todos. Muchos abuelos, padres, hermanos e hijos que hubiesen dejado la vida por verlo no estuvieron. Sin embargo sus almas estuvieron presentes en cada gol del “Pepe” Sand, en las asistencias de Diego Valeri, en las corridas del “Laucha” Acosta, en cada quite de Agustín Pelletieri y Matías Fritzler, en cada atajada de “Chiquito” Bossio y en cada indicación del Señor Ramón Cabrero.
No hay persona que olvide lo que hizo ese día. Los afortunados que tuvimos la oportunidad de verlo in situ, fuimos al estadio de Boca con la familia (la misma que nos llevó por primera vez a una cancha), con los amigos de siempre o simplemente solos, debido a que conseguir una entrada fue una travesía. Los que no corrieron esa suerte, colmaron la “Fortaleza” y sufrieron, alentaron y gritaron como todo el mundo Granate.
Sin lugar a dudas ese acontecimiento histórico fue como tocar el cielo con las manos. Fue emocionante ver a generaciones de familias llorar y festejar juntos, como también a abuelos felices como nunca es sus vidas. Ese día hizo que cada viaje al interior, días de la madre, cumpleaños o aniversarios perdidos y rateadas a la escuela o al trabajo tomen un valor insuperable.
02-12-07 es un símbolo que indica que nada es imposible, y demuestra que la pasión y el sentimiento por los colores que se llevan en el corazón son insuperables. Pero también quedó marcado, como el Día más importante de la historia.
Mundo Granate...
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