Esta tarde, desde las 17, Lanús visita a All Boys, con la intención de ganar y obtener la ansiada clasificación a la Libertadores. Jugarán los mismos 11 que cayeron frente a Arsenal. El árbitro será Carlos Maglio.
El último lunes se volvió a perder. Un nuevo traspié, y otra vez de local, ante un rival peligroso, pero, de todas formas, inferior. ¿Fue importante el haber caído? ¿Compromete realmente la clasificación a la Copa Libertadores, objetivo primordial en lo que resta del año? La respuesta a esta última pregunta es no. Lanús es un hecho que, una vez más, formara parte del grupo de equipos argentinos que disputen la competencia más importante del continente. Tiene un amplio margen con respecto a sus perseguidores. Pero sí es importante el haber perdido, una vez más. Porque tras dos victorias consecutivas, la última nada menos que en el clásico y en condición de visitante, el ánimo debería estar por las nubes. El equipo, exceptuando la presencia de Carlos Araujo, era el ideal. Se jugaba en la fortaleza. Por eso había que ganar, y se perdió.
El granate, desde los nombres propios, tiene un gran plantel. Hasta ahora, Gabriel Schurrer no los pudo convertir en un gran equipo. Solo habrá espacio para dos incorporaciones en el próximo mercado de pases, y hay que saber aprovecharlas. Porque si bien estos jugadores, desde el aspecto individual, pueden dar muchísimo más que lo que se vio en esta temporada, parece complicado que tengan una mejoría tal que permita ganar el Torneo local, y mucho más aún, La Copa Libertadores.
Pero antes de enfrentarse a todo esto, hay que afrontar los últimos cuatro partidos del Apertura. Y hay que ganarlos. Por el simple hecho de cosechar triunfos, y para levantar la moral. Para demostrar cuanto puede este equipo. Hoy es una prueba importante, de visitante, y ante un conjunto irregular. Schurrer pondrá en cancha a los mismos jugadores que perdieron con Arsenal, dado que Carlos Araujo sufrió una contractura en su gemelo derecho y otra vez no será de la partida. Por lo tanto, el equipo será: Marchesín; Ledesma, Izquierdoz, Goltz, Balbi; Pereyra, Fritzler, Pizarro; Valeri, Regueiro; Pavone. Un once inicial prácticamente indiscutible en el gusto del hincha.
El rival, All Boys, de flojísima campaña (ganó tan solo 3 partidos de los 15 que disputó), viene de recibir un duro golpe entre semana, dado que pese a ser favorito, fue eliminado de la Copa Argentina por Atlanta, uno de sus clásicos barriales. De todas formas, esto no es más que un elemento extra, un plus que hay que saber aprovechar. El técnico, José “Pepe” Romero, ya tiene todo definido para recibir a Lanús. Vuelven al primer equipo Matías Pérez García, peligroso mediapunta, con velocidad, desequilibrio y capacidad goleadora, que sin embargo tuvo varios problemas físicos; y Agustín Torassa, delantero de cierta habilidad. Por lo tanto, retornará al 4-3-1-2, conformado por Cambiasso; Vella, Quiroga, Domínguez, Soto; Sánchez, Barrientos, Rodríguez; Pérez García; Torassa y Matos. Habrá que tener cuidado con el balón detenido, ya que el albo posee buenas herramientas en este tipo de jugadas.
El árbitro del partido será Carlos Maglio, con quién Lanús tiene estadísticas sumamente favorables (12 ganados, 5 empatados, 4 perdidos), mientras que los de Floresta, cayeron en la única oportunidad que el juez los dirigió (3-0 ante Estudiantes de La Plata). Que continúe de la misma manera.
Mauro Spinassi
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