miércoles, 9 de mayo de 2012

A TODO O NADA

Lanús recibe esta noche, desde las 22 hs, al Vasco Da Gama, por el partido de vuelta de los Octavos de Final de la Copa Libertadores. El equipo será el mismo que hace una semana cayó en Brasil por 2 a 1, con Teo Gutiérrez en el banco. El árbitro será Carlos Amarilla.

Y finalmente llegó el día. La noche que todos esperan. La decisiva. La que puede marcar el éxito o el fracaso. Una clásica de Copa Libertadores. Porque así se viven los encuentros en esta competencia. Cada uno es una final. De hecho, efectivamente lo será para alguno de los dos equipos.  Y si se clasifica, todo lo que representa este duelo, su importancia, su magnitud, se trasladará hacia la siguiente eliminatoria. La vida futbolística de Lanús se pone en juego en los distintos 90 minutos que eventualmente lo toque afrontar en el certamen internacional. En su momento, el choque más importante de la temporada fue ante Olimpia; luego ante Vasco da Gama, la semana pasada; y ahora, el de hoy, ante el mismo rival.
No hay margen. Sí ilusiones. Porque en tierra brasilera la derrota podría haber sido mucho más dolorosa de no ser por Agustín Marchesín, una de las figuras del equipo.  La serie está absolutamente abierta. El haber podido anotar un gol como visitante no es un hecho menor. Con ganar 1 a 0, el granate jugará los Cuartos. Por eso, hay que cuidar el arco propio. Pero a su vez, se debe salir a atacar. A ganar. Porque no hay otra alternativa. No se puede especular. Apostar a no perder, y después se verá. No. Está obligado a apabullar a su rival. A imponerse. La gente también jugará su partido. La presión del público será fundamental. De ahí el pecado del aumento del precio en las entradas. Pero el marco se imagina como único. La lluvia que está pronosticada le puede dar un tono romántico a una noche que se presenta como histórica.  

Gabriel Schurrer sabe que para él, individualmente, cada duelo por la Copa es clave. El entrenador no es del agrado de muchos hinchas, pese a lo fluctuante que esto pueda resultar. Con los resultados viene el cariño, el olvido (a veces de lo malo, otras de lo bueno), y el perdón.  Con tanto o más en juego que el conjunto que dirige, dispuso que la alineación para disputar este trascendental desafío sea la misma que fue derrotada por 2 a 1 en el partido de ida. O sea, Agustín Marchesín; Carlos Araujo, Paolo Goltz, Diego Braghieri, Maximiliano Velázquez; Mauro Camoranesi, Matías Fritzler, Guido Pizarro, Diego Valeri; Mariano Pavone y Mario Regueiro. Ellos son los que quieren entrar en la historia. Entre los relevos estarán Mauricio Caranta, Carlos Izquiedoz, Luciano Balbi, Eduardo Ledesma, Diego González, Silvio Romero y Teo Gutiérrez. Por más que haya llegado de forma exclusiva para la Libertadores, el delantero colombiano deberá esperar nuevamente en el banco. ¿Para qué se lo trajo?, preguntan algunos. Atención que no siga después de junio, pese a las diversas ofertas que posee.
Vasco tiene todo definido. Con la ausencia confirmada de su zaguero estrella, Dedé, que continúa lesionado, y de su máxima figura, Juninho Pernambucano, que estará entre los suplentes, el equipo formará con Fernando Prass; Fagner, Renato Silva, Rodolfo, Thiago Feltri; Rómulo, Fellipe Bastos, Felipe, Diego Souza; Eder Luis y Alecsandro. Entre los alternativos se encontrarán Alessandro, Renato Silva, Juninho, Carlos Alberto, Nilton, Costa y Barbio. Todo decidido para el conjunto de Cristóvao Borges.

El árbitro será el paraguayo Carlos Amarilla. El juez de 41 años es sumamente reconocido, dirigió en el Mundial de Alemania 2006, dos finales de Copa América, una de Recopa y dos de Sudamericana.


Por Mauro Spinassi